La integración de datos geofísicos, geoquímicos y de teleobservación ha revolucionado la exploración de minerales. Este proceso permite a los geólogos identificar eficazmente zonas mineralizadas prometedoras. Así es como los profesionales resumen los elementos minerales e identifican rápidamente los cuerpos de roca que son minerales.
Las encuestas geofísicas, incluyendo métodos magnéticos, gravitatorios y electromagnéticos, proporcionan datos de subsuperficie críticos para localizar depósitos minerales:
Encuestas magnéticas: Variaciones destacadas en el campo magnético de la Tierra, a menudo indicando hierro u otros minerales ferromagnéticos.
Encuestas de gravedad: Detectar variaciones de densidad, que pueden indicar cuerpos de mineral o estructuras geológicas.
Encuestas electromagnéticas: Identificar contrastes de conductividad causados por zonas mineralizadas.
La exploración geoquímica implica el muestreo de suelos, rocas y sedimentos de flujo para analizar su composición química. Entre los principales pasos figuran:
Detección de anomalías: Identificar patrones de elementos traza para localizar zonas ricas en minerales.
Elementos Pathfinder: Utilizar elementos como arsénico o antimonio, que pueden indicar la presencia de oro u otros minerales valiosos.
Técnicas de teleobservación, como la imagen hiperespectral, ayudan a identificar composiciones minerales sobre vastas áreas. Estas tecnologías permiten:
Mapping litológico: Diferenciando tipos de roca basados en firmas espectrales.
Detección de zonas de alteración: Pinpointing hydrothermally altered zones associated with mineralization.
La combinación de conjuntos de datos a través del software GIS proporciona una visión completa de las posibles zonas mineras. Este proceso incluye:
Superponer anomalías geofísicas con tendencias geoquímicas.
Áreas destacadas de alta probabilidad de mineralización.
Recopilación de perforación
Riego de perforación de núcleo completo portátil
Exploration survey rig
Máquina de perforación de núcleo de roca